GRACIAS
... a los que me siguieron, porque me animaron
... a los que me siguen, porque me animan... a los que me siguieron, porque me animaron
... a los que no me soportaban, porque me también animaron
... a los que no me soportan, porque me animan
... a los que encarnaron mis personajes, porque, aunque ahora se puedan arrepentir, yo no me arrepiento
... a los que encarnen algún día a mis personajes, porque no se arrepentirán
... a los que me preguntan cada día para cuándo la próxima
... a los que no me preguntan, porque ya me lo pregunto yo
... a los que vinieron a ver las obras, porque me hicieron feliz
... a los que no vinieron, porque dedicaron su tiempo en pensar en cómo excusarse
... a los que abusaron de mi paciencia, porque así yo abusé de mí mismo y trabajé más aún
... a los me pegan cada día una coz, porque me hacen caminar más rápido a su pesar
... a los que no recuerdan cuando les di la oportunidad, porque la oportunidad es ahora mía para no volver a elegirlos
... a los que convierten la escena en estercolero, porque aquí estamos los demás para reciclarla
... a los que merman y envenenan, porque para la desgana y la apatía son motores a reacción, no pantanos
... a los que mienten cuando halagan, porque aquí destilamos, filtramos y nos quedamos con lo válido
... a los cobardes, a los de poca fe, porque quedarán varados
... a los que han pisoteado mi trabajo, porque el desgaste de su suelas lo conviertí en combustible
... a los que no vinieron a ver las obras, para que vengan, porque para eso las hacemos, sin ellos, no sirve, ni servimos, no somos nadie. porque el Teatro es como la santísima trinidad: autor, actor y público.
GRACIAS, porque las desgracias ya vienen solas.
... a los que no me soportan, porque me animan
... a los que encarnaron mis personajes, porque, aunque ahora se puedan arrepentir, yo no me arrepiento
... a los que encarnen algún día a mis personajes, porque no se arrepentirán
... a los que me preguntan cada día para cuándo la próxima
... a los que no me preguntan, porque ya me lo pregunto yo
... a los que vinieron a ver las obras, porque me hicieron feliz
... a los que no vinieron, porque dedicaron su tiempo en pensar en cómo excusarse
... a los que abusaron de mi paciencia, porque así yo abusé de mí mismo y trabajé más aún
... a los me pegan cada día una coz, porque me hacen caminar más rápido a su pesar
... a los que no recuerdan cuando les di la oportunidad, porque la oportunidad es ahora mía para no volver a elegirlos
... a los que convierten la escena en estercolero, porque aquí estamos los demás para reciclarla
... a los que merman y envenenan, porque para la desgana y la apatía son motores a reacción, no pantanos
... a los que mienten cuando halagan, porque aquí destilamos, filtramos y nos quedamos con lo válido
... a los cobardes, a los de poca fe, porque quedarán varados
... a los que han pisoteado mi trabajo, porque el desgaste de su suelas lo conviertí en combustible
... a los que no vinieron a ver las obras, para que vengan, porque para eso las hacemos, sin ellos, no sirve, ni servimos, no somos nadie. porque el Teatro es como la santísima trinidad: autor, actor y público.
GRACIAS, porque las desgracias ya vienen solas.