érase una vez, en el Bosque de los Sineles, una serpiente con tutú que no paraba de perseguir a una luciérnaga dramaturga. Agotadas ambas, se detuvieron, y le preguntó la luciérnaga a la serpiente:¿por qué me quieres eliminar si tenemos vidas e inquietudes diferentes? A lo que la serpiente con tutú contestó: Sencillamente por una razón: porque brillas.
próximamente, parte II: cuando la morsa mediterránea se mudó al Bosque de los Sineles y conoció a la serpiente con tutú.