Un extracto de mi crítica EL PULSO QUEVEDO-ZURRO.
El resto en: http://www.masteatro.com/critica-de-el-buscon
"... con su elenco fidelísimo y adicto a sus maneras, Zurro alterna y mete baza con su pluma tras un Quevedo que antes ha arremetido cuajado de ponzoña: la denuncia está servida y la galería de sinvergüenzas, ladrones, chulos, gamberros, meretrices, estafadores o embusteros se nos presenta hábilmente hilada con pespuntes barrocos y remiendos actuales echando mano del lenguaje -qué si no tratándose de Quevedo o de Zurro- donde Valle Inclán reverbera, donde Buñuel golimbrea, donde el exceso de velocidad televisiva formatea el archivo literario y todo en su totalidad resulta un retablo de las maravillas sin freno, desaforado, desconcertante, denunciante tableau vivant.
Esa “vieja guardia actoral sevillana“, tal y como la denomina Juan Motilla, compuesta por él mismo, Monteagudo o Antonio Campos, quienes brillan por solera, abraza al resto de intérpretes, jóvenes e incombustibles, quienes brillan por fierezza, en el tropel de andanzas,muertes, torturas y timos, de esos casi 60 tipos y tipejos que desfilan y enfilan descarados por entre la escenografía mural, desgastada a posta , descolorida, hambrienta y bella, del afamado Wilmar ... "
" ... Decía Borges que para gustar de Quevedo hay que ser -en acto o en potencia- un hombre de letras; que nadie que tenga vocación literaria puede no gustar de Quevedo. A lo que yo añado: que nadie que tenga el mínimo gusto teatral puede no gustar de una buena zurrería. Su “Carmen” me desinfló, pero su Buscón remasterizado me ha vuelto a inflar las velas. No se pierdan este pulso lingüístico entre Zurro y Quevedo... "
" ... Decía Borges que para gustar de Quevedo hay que ser -en acto o en potencia- un hombre de letras; que nadie que tenga vocación literaria puede no gustar de Quevedo. A lo que yo añado: que nadie que tenga el mínimo gusto teatral puede no gustar de una buena zurrería. Su “Carmen” me desinfló, pero su Buscón remasterizado me ha vuelto a inflar las velas. No se pierdan este pulso lingüístico entre Zurro y Quevedo... "