De esta guisa se presentaban hoy en el Sarau Café (Sevilla) para saltar al ruedo.
Porque los personajes de INFECTADOS han vuelto a contaminar hoy el pensamiento del espectador. Alta toxicidad. Salen a escena para hacerlo disfrutar y se dan de bruces porque el espectador enmudece, porque el espectador es tan inocente que sigue la trayectoria de sus palabras, se las traga y se engollipa al costarle la misma vida digerirlas.
INFECTADOS se concibió como un montaje orgánico dispuesto a engordar, a reventar la cuna donde lo alojaron hace tres meses. Así que visto lo visto volverá en noviembre con dañinas inyecciones víricas, coces frisonas y un aguijón certero.
Nos comentan cada vez que terminamos una funcioncita del demonio que todo es muy potente, que ya han vivido situaciones así, que si la música, que si el gesto, que si lo de aquí y lo de más allá... Y nosotros pensamos, oh, Dios, ¿estaremos conectando, revelando algo, solucionando algo, aireando algo, removiendo algo? Eppure si muove?
Prepárate: Nos vemos en El Túnel de Triana, 15 de noviembre. Ven vacunado.