8.23.2011

eres como un animal de compañía_ momentum 6. ©DEADLINES.



momentum 6_

b.-No me metas prisa.

a.- Tengo que ducharme, recoger todo esto y encontrar un taxi. No quiero perder mi tren. No puedo llegar tarde al trabajo. No me puedo dar el lujo de coleccionar más errores.

b.- Está casada.

a.- Hablar de mi antiguo amor me desgasta, mi querido niño. Yo sembré un amor para recoger sus frutos y alimentarme de ellos. Pero ha sido una mala cosecha. Cuanto más te entregas, menos recibes. Una mala gestión la mía.

b.- Habla como si fuera de otro siglo.

a.- Ojalá. Pero me ha tocado este para vivir y hay que vivirlo.

b.- No la entiendo.

a.- Tú qué vas a entender.

b.- ¿Y su marido?

a.- Mi marido y yo nos confundimos, hasta que hundirnos nos pareció más llevadero que emerger de nuestras propias cenizas. A él eso del Ave Fénix le sonaba a cuento chino. Nos complacía el vértigo, cuando yo ni siquiera soportaba subirme a una escalera para colocar una lámpara.

Risas

Y ahora me veo aquí contigo, que podrías ser mi hijo. Y todo por una bonita foto tuya que me ha encandilado y tres frases con faltas de ortografía: con la primera fijabas la hora, con la segunda yo te proponía el sitio y con la tercera te ponías precio. Por cierto, "avenida" se escribe con "v", criatura.

b.- No me llame criatura. No soy un animal.

a.- Bueno, en cierto modo, eres como un animal, mi animal de compañía.

b.- No soy eso.

a.- Yo te diré lo que eres. Un error sociológico. Hoy en día no sabéis de nada. No dobláis la testuz porque os da pereza.

b.-. No se pase, señora.

a.- Sí que me paso. No miráis hacia adelante porque sois miopes.

b.- ¿Va de lista o qué?

a.- No, ni mucho menos, sino que yo ya estoy en otro anillo, más próxima al núcleo. Y tú y los de tu tribu flotáis alrededor de él, danzando sin ton ni son con un vals electrónico de fondo.

Pausa

b.- No acepto cheques. Ya se lo dije.

a.- Habéis convertido el carpe diem en una fórmula mágica y no en un motor a reacción.

b.- Esas frases suenan muy bien. Pero no entiendo nada.

a.- ¿Me darás un beso cuando termines de contarlo?

b.- No entra en el precio.

a.- Dámelo anda. Bueno, mejor no me lo des. La experiencia me dice que algunos besos no son más clichés, aunque uno tuyo bastaría para sanarme.

b.- Perderá el tren.

a.- ¿El tren? No te preocupes, habrá más. Adiós, mi dulce pájaro. Tu madre te estará esperando.

b.- Y a usted su marido.

a.-
Risas. A mí... a mí ya no me espera ni la sirvienta.

Foto: benjamín lozano_actor/modelo