momentum_
X.- Me has contagiado tu pereza, tu abandono y tu desdén.
Y.- No nos pasemos ahora la patata caliente.
X.- No nos pasemos mejor.
Y.- Mira, te quisiera preguntar…
X.- ¿Desde cuándo no preguntas?
Y.- ¿Cómo? ¿Que desde cuándo no pregunto? ¿Desde cuándo no preguntas tú?
X.- Desde que tú me contagiaste la pereza para comunicarme.
Y. (risas).- Y lo otro…¿Cómo era lo otro? Ah. Mi abandono…
Pausa
X.- Sí. Tu abandono. Abandonando lo que nunca debiste abandonar.Y.- Sermones, ni uno. Quedas advertido.
X.- Muerdes, como de costumbre, la mano que mejor te da de comer.
Y.- A qué llamarás tú alimento.
X.- A lo que más te hace falta: a que te escuchen. ¿O es que ya no hay que escucharte?
Y.- Tal vez no.
X.- Pues ahí tienes la prueba de lo último: tu desdén.
Silencio
X.- Contagiado quedo y tranquilo me voy.Y.- ¿Te despides?
X.- Me despides.
Y.- Qué desgaste.
X.- Ahí está. Ahora toca que descansemos el uno del otro.
Y.- (Mirada)
X.- ¿No me digas que te lo estás pensando?
Y.- (Mirada)
X.- Vaya. ¡Te lo estás pensando! (risas)
Y.- (Mirada)
X.- En efecto. Te lo has pensado. (risas)
Y.- Tal vez…
X.- Bueno, bueno, bueno: una propuesta, un acercamiento, un intento de. Me sorprendes...
Y.- (Sonríe)
X.- (Tras una breve pausa).- No.
Y.- (Mirada)
X.- Estoy infectado.
Y.- Yo podría intentarlo...
X.- Estoy infectado por tu pereza a la hora de intentarlo todo.
Y.- Yo no te dejaría… De hecho nunca te he olvidado, sino que sólo...
X.- Estoy infectado por tu abandono a la hora de alejarme sin remordimientos.
Y.- Allá tú.
X.- Infectado por…
Y.- ¡Qué me importa ya!
X. (Tras una breve pausa) .- … tu desdén…
Silencio