2.08.2012

crítica YO, EL HEREDERO de E. De Filippo. Teatro Lope de Vega, sevilla, 8 febrero


un adelanto de mi crítica. en breve, donde siempre, en

"... y el público le ríe las gracias Ludovico/Alterio. El respetable conecta con el pulido Pantalone que soñó en su día su rescatador Goldoni. Guiños simpáticos y cuidados a los zanni, un banquete all’italiana donde los lazzi están servidos con mesura: estampa naif de una contemporánea y dulce commedia dell’arte que decora aquí y allá el martilleo insistente de Ludovico. Al rato, los espectadores comienzan a removerse en sus butacas. De alguna carcajada aislada, el murmullo sucede. De Filippo/Saporano están logrando -creo- su objetivo, y de su mano, Ludovico, y de la de éste, Ernesto Alterio. La brecha está abierta. El hogar, patas arriba. Las miserias se van aireando una tras otra. Lo que oímos es lo que nos gustaría a más de uno: un juicio moral como hizo en su día la loca de Chaillot de Giraudoux a los inmorales, pero esta vez, a la caridad de cartón y sus beatones, a la vanidad de los que creen dormir tranquilos tras haber volcado su dinero minúsculo en el cepillo cada domingo. De Filippo conoce bien la arquitectura teatral. Fue monaguillo antes que fraile… De la risa a la mueca, de la mueca, a fruncir el ceño, porque el espejo está orientado hacia nosotros mismos. Deslumbra, molesta. Y el público deja de reír. La culpabilidad ha hecho mella..."