R.- Quiero que me veas. Que me observes. Que me contemples. También quiero que te fijes bien en todo lo que digo, en cómo me muevo, en cómo respiro. Quiero que vengas a verme. Que te sacrifiques. Es una orden.
T.- Tú nunca te detienes. No sabes qué me ocurre cuando me paso la mano por la frente. O cuando sonrío con los ojos cerrados. O cuando tardo unos minutos de más en reaccionar a tus mensajes. Ni mueves, ni conmueves. No me sirves un café o un aliento. Te da igual mi hambre y mi sed. No quiero ir a verte. Me lo ordeno.
R.- Quiero que me muerdas como el gusano muerde la hoja donde vive. Quiero que entres en mi jaula. Es una orden.
T.- ¿Morderme sin dientes? ¿Apresarme sin uñas?
R.- ( ... )
T.- ( ... )
R.- Quiero que vengas a verme. Es una orden.
T.- ( ... )
R.- Te lo ordeno.
T.- ( ...)
R.- ¿Tanta locura es morderte sin dientes?
T.- La locura es que me lo ordenes. No me mires. Es una orden.
Foto arriba: Rocío Hidalgo y Luis Miguel Junquera en la obra INFECTADOS, Sevilla, otoño 2013.
Foto arriba: Rocío Hidalgo y Luis Miguel Junquera en la obra INFECTADOS, Sevilla, otoño 2013.