X.- Siempre tardas demasiado.
Y.- Que tardo demasiado, ¿no?
X.- Sí. Siempre tardas demasiado en decir lo que tienes que decir.
Y.- El guión no lo escribes tú, guapa.
X.- De acuerdo. El guión lo deberíamos escribir entre los dos, de modo que tanto las pausas como los silencios también deberían estar repartidos al cincuenta por ciento. ¿Correcto?
Y.- Correcto. Pero quiero que sepas que cuando no estoy a tu lado, quisiera estar a tu lado.
X.- ¿Te has planteado alguna vez si ésa es la forma en la que yo quiero que me eches en falta? Porque siento decirte que no me satisface esa forma concreta en la que me echas en falta, guapo
Y.- Tú siempre quieres más.
X-. Siempre quiero más para contrarrestar el que tú siempre pidas menos.
Y.- Menos es más.
X.- No jodas.
Y.- Pues ya que lo mencionas, a lo mejor es que se trata de eso. A lo mejor es que no jodemos lo suficiente.
X.- A lo mejor es que deberían joderte a ti.
Y.- Pues a lo mejor. Porque al menos tendría algún lugar donde poder meterla.
X.- Cabrón...
Y.- Claro que sí. Ca-brón-re-do-ma-do. Porque a lo mejor me dejaría meter algo más que un par de dedos. Porque que yo sepa, los dedos no son ninguna zona erógena.
X.- Qué sabrás tú de eso.
Y.- Perdona. Había olvidado que tú manejas la teoría a la perfección.
X..- Es verdad que eres un cabrón redomado.
Y.- Enséñame, ponla en práctica.
X.- ¿Yo?
Y.- Tú nunca pones en práctica nada. Nunca incluyes la práctica en tus movimientos. Así te va.
X.- Así te va a ti.
Y.- Y así nos va.
Y.- Vale ya.
X.- ¿Que yo maniobre hasta que grites?
Y.- Joder...
X.- ¿Hasta que te deje medio en coma?
Y.- Pues mira sí. Sería ideal.
X.- Ideal... Ideal, ¿no?
Y.- El guión no lo escribes tú, guapa.
X.- De acuerdo. El guión lo deberíamos escribir entre los dos, de modo que tanto las pausas como los silencios también deberían estar repartidos al cincuenta por ciento. ¿Correcto?
Y.- Correcto. Pero quiero que sepas que cuando no estoy a tu lado, quisiera estar a tu lado.
X.- ¿Te has planteado alguna vez si ésa es la forma en la que yo quiero que me eches en falta? Porque siento decirte que no me satisface esa forma concreta en la que me echas en falta, guapo
Y.- Tú siempre quieres más.
X-. Siempre quiero más para contrarrestar el que tú siempre pidas menos.
Y.- Menos es más.
X.- No jodas.
Y.- Pues ya que lo mencionas, a lo mejor es que se trata de eso. A lo mejor es que no jodemos lo suficiente.
X.- A lo mejor es que deberían joderte a ti.
Y.- Pues a lo mejor. Porque al menos tendría algún lugar donde poder meterla.
X.- Cabrón...
Y.- Claro que sí. Ca-brón-re-do-ma-do. Porque a lo mejor me dejaría meter algo más que un par de dedos. Porque que yo sepa, los dedos no son ninguna zona erógena.
X.- Qué sabrás tú de eso.
Y.- Perdona. Había olvidado que tú manejas la teoría a la perfección.
X..- Es verdad que eres un cabrón redomado.
Y.- Enséñame, ponla en práctica.
X.- ¿Yo?
Y.- Tú nunca pones en práctica nada. Nunca incluyes la práctica en tus movimientos. Así te va.
X.- Así te va a ti.
Y.- Y así nos va.
Pausa
X.- Venga. Te bajo la cremallera y empiezo a maniobrar. Venga. No te retires. ¿No es eso lo que quieres?Y.- Vale ya.
X.- ¿Que yo maniobre hasta que grites?
Y.- Joder...
X.- ¿Hasta que te deje medio en coma?
Y.- Pues mira sí. Sería ideal.
X.- Ideal... Ideal, ¿no?
Y.- I-de-al.
X.- Ideal fue el estado en el que te encontré hace un año cuando te encontré repanchingado en el sofá, medio erecto y arrugas en la colcha que tratabas de alisar.
Y.- Eso se cerró.
X.- ¿Se cerró? Me encanta cuando usas la pasiva refleja para escabullirte. Lo habrás cerrado tú, guapo, pero yo no me lo extirpo de la memoria ni con cirujía.
Y.- Me alivié solo.
X.- Tú con tu alivio en soledad y yo con unas bragas menos. La próxima vez dile que tengo la ropa interior contada.
X.- De ti. De ti es quien debería yo descansar. Tu vida se vende como un anuncio. Tu vida es un anuncio. Mejor dicho. Tu vida consiste, tiene la consistencia de un anuncio: breve, certera, mucha imagen, pocas palabras, pero a ver quién te compra, a ver quién te recuerda. Si quitas manchas de verdad, si refrescas de verdad, si corres de verdad, si sabes de verdad y lo que ofreces al final es gato por libre...
Y.- ¿Quién es el gato y quién es la liebre, guapa...?
X.- Da igual. Los dos, una vez despellejados, colgados por el culo y cubierto de moscas, el público no sabría distinguir quién de los dos tiene las orejas más largas... guapo...
Y.- ¿Hablas de tamaño?
X.- Sí. Pero el del corazón. Ése es el que importa.
de la obra ©DEADLINES.
foto: EL INCORRECTO. ismael múrtula+benjamín lozano.
Y.- Eso se cerró.
X.- ¿Se cerró? Me encanta cuando usas la pasiva refleja para escabullirte. Lo habrás cerrado tú, guapo, pero yo no me lo extirpo de la memoria ni con cirujía.
Y.- Me alivié solo.
X.- Tú con tu alivio en soledad y yo con unas bragas menos. La próxima vez dile que tengo la ropa interior contada.
Silencio
Y.- ¿Un descanso para la publicidad?X.- De ti. De ti es quien debería yo descansar. Tu vida se vende como un anuncio. Tu vida es un anuncio. Mejor dicho. Tu vida consiste, tiene la consistencia de un anuncio: breve, certera, mucha imagen, pocas palabras, pero a ver quién te compra, a ver quién te recuerda. Si quitas manchas de verdad, si refrescas de verdad, si corres de verdad, si sabes de verdad y lo que ofreces al final es gato por libre...
Y.- ¿Quién es el gato y quién es la liebre, guapa...?
X.- Da igual. Los dos, una vez despellejados, colgados por el culo y cubierto de moscas, el público no sabría distinguir quién de los dos tiene las orejas más largas... guapo...
Y.- ¿Hablas de tamaño?
X.- Sí. Pero el del corazón. Ése es el que importa.
Oscuro
de la obra ©DEADLINES.
foto: EL INCORRECTO. ismael múrtula+benjamín lozano.