11.02.2011

©momentum_42_impermeable



















X.- Veo que ahora te gusta el té.
Y.- Me gusta desde hace tiempo.
X.- No mientas.
Y.- No empieces.
Pausa

X.- Pues yo ahora tomo tónica. Me sienta mejor que el té.
Y.- No mientas.
X.- No empieces.
Silencio.

Y.- Pienso que deberíamos hablar...
X.- … que conste que te he llamado yo…
Y.- … que debemos resetear lo nuestro...
X.- …que conste que si yo no te llamo, no estamos aquí...
Y.- … necesito saber en qué punto estamos…
X.- … reconoce también que he sido yo quién ha insistido...
Y.- … buscar una dirección para los dos…
X.- … ahora veo que tomas té…
Y.- … respeto que quieras tomar otro rumbo…
X.- … tú que odiabas mi momento té
Y.- … que quieras modificar tu hoja de ruta…
X.- … tú que odiabas mi momento llamada...
Y.- … no estamos obligados a soportarnos eternamente…
X.- … tú que odiabas todos mis momentos…
Y.- ÓYEME.
Silencio.

X.- Toma. Paga lo mío que yo me voy. Hoy no es mi día.
Y.- N
unca es tu día.
X.- No me conocéis.
Y.- No me hables en plural.
X.- Ya te lo he dicho. No es mi día.
Y.- Pues yo no lo voy a consentir. Creo que debemos hablar, que tú hables, que yo hable, que nos escuchemos.
X.- No me conocéis.
Y.- ¿Quieres hacer el favor de no hablarme en plural?
X.- Si lo que quieres es terminar, te lo pongo fácil. Se acabó. Fue bonito mientras duró. Me voy.
Y.-  Sólo te pido que me digas qué camino he de seguir contigo, y si te estorbo, no te seguiré.
X.- No me hables de estorbos tú, impermeable siempre a todo.
Y.- ¿Impermeable? ¿Yo? ¿Y tú? Si al que no te baila el agua, te lo sacudes.
Pausa
X.- Y ahora, ¿por qué?
Y.- Por qué, ¿qué?
X.- ¿Por qué te gusta el té?
Y.- ¿El té?
X.- Sí. El té. Dime. ¿Por qué?
Y.- ¿Que por qué me gusta el té?
X.- Sí. El té. ¡El té! ¿Por qué te gusta el puto té ahora?
Y.- ¿Que por qué me gusta ahora?
X.- Sí. Dime. Dímelo. Dime por qué.
Y.- Me gusta. Sólo eso. Me gusta el puto té.
X.- Cambiarás. Ya lo verás. Y muy pronto tomarás tónica. Como yo.
Y.- No quisiera empezar la típica cadena de reproches, por favor.
X.- A mi no me importaría.

Y.- ¿Qué vas a hacer cuando se te rompan todos los platos?
X.- No quiero pensar que tienes mala leche, así que voy a pensar que esta frase no tiene mala leche.
Y.- No sé cuántas veces me has fallado hasta la fecha y sigo aquí. ¿A eso lo llamas ser impermeable?
X.- No pienso justificarme ante vosotros.
Y.- No pido que te justifiques sino que me des un itinerario para poder seguirte, joder... 

X.-La tónica es más refrescante. La quinina tiene poderes curativos: Antimalaria. Antipirética. Analgésica. Y con limón o con lima, por favor, para que se carguen de electricidad mis dientes. Pero sólo la cáscara, porque la pulpa hace estallar las burbujas… y nada mejor que las burbujas… Maldito aquél que las haga estallar… La burbujas no se estallan. Las burbujas flotan para ser contempladas y que reflejen nuestros ojos y se los metan dentro para que nadie pueda entrar. ¡Maldito aquél que las quiera hacer estallar!
Pausa.
Fundido hasta el oscuro. Un único recorte de luz sobre el rostro de X.

X.- …no sé por qué bebo esto…
Pausa

X.- … no sé por qué uso frases que no son mías…
Pausa

X.- El día a día debería ser un rodaje infinito. Quiero mi guión nada más despertar, para saber qué decir, para que los demás sepan qué decirme a cada momento…
Pausa

X.- …que sólo me observe la cámara porque ella no puede hablar…
Pausa
X.- No me gusta la tónica, ni el día a día, ni las palabras a destiempo, ni mis palabras a destiempo.
Pausa.

X.- Nada me calma la sed. El ir de acá para allá no me distrae, porque ya me despierto así.
Pausa.

X.- ¿Mea culpa?
Oscuro. Golpes. Gente. Sirenas. Metales. Recorte de luz sobre el rostro de Y.
Y.- ¡Despierta! ¡Despierta!
X (en off).- No me conocéis. Y si no me conocéis, pedid el guión. Así sabréis qué decirme. Así acertaréis siempre y las burbujas no estallarán cada día.
Oscuro final.
 



(foto arriba: ismael múrtula/benjamin lozano_ de la obra ©EL INCORRECTO)

10.30.2011

crítica BTWIN BARCELONA BEIRUT+WHERE THE THINGS HIDE. danza icaS. 29 oct Sevilla

mi crítica de este sorprendente trabajo de María Campos y Guy Nader en colaboración con el Centre de creació de dansa, La Caldera y Beirut International Platform of Dance se puede ver en el siguiente enlace masteatro.com, revista de actualidad teatral:

http://www.masteatro.com/critica-de-btwin-barcelona-beirutwhere-the-things-hide


10.26.2011

otra vez gracias...



...a los que siguen mi blog desde diferentes países... maravillado que estoy. gracias desde sevilla, españa. OLE.

10.23.2011

FIN DEL FEST, FIN DE FIESTA_ la crónica











El FEST hispalense ha acogido durante una semana a cómicos de la legua, a bailarines, a creadores y a entusiastas que no se han rendido ante el obstáculo que supone hoy en día la aventura escénica. Han venido desde Holanda, Francia, México, Alemania, Corea, Chile, Reino Unido, Israel, Argentina, Bélgica y, por supuesto, desde diversos y distantes puntos de España y Andalucía. Muchos de ellos con premios internacionales en sus carreras, alta profesionalidad, arriesgadas apuestas, novísimos lenguajes y, sobre todo, pluralidad y fidelidad de la pièce bien faite.



Ni que decir tiene que Sevilla, territorio para la ocasión, genera sin querer hacia ella, para lo bueno y para lo malo, para los de dentro y para los de fuera, un eslógan permanente: odi et amo. Aquí nos movemos en masa algunas veces, y otras, nos subimos a un efecto péndulo que las más de las veces nos juega pésimas pasadas. Sevilla ante el FEST es una muestra de ello. De ahí, que se recomiende a Sevilla -mi ciudad- a aprender a rendirse ante lo evidente, ante un festival escénico con nombres de renombre y con un contundente y sobresaliente conjunto de obras que merece el lugar que le corresponde: muy arriba. El balance ha sido indudablemente óptimo, sin embargo, para el próximo año, la ciudad deberá rebasar este resultado con creces. La visión cosmopolita y sorprendente que nos ha traído este FEST es justamente lo que el espectador de hoy debería incluir en sus deberes: apertura global y aprendizaje de cada uno de los mensajes que estas compañías han ido desgranando por espacios -llamados topos para la ocasión- que se han visto desbordados de puestas en escena que, sin este escaparate, no habrían estado a nuestro alcance.




El simpático “pestillo” con el que se cerró el festival anoche de la mano de Juanjo Macías (Premio Escenario 2011 por “La gloria de mi mare”) era un surtido de humor imparable, de pizcas de sátira, y como condimento, la denuncia -porque para eso estaba sobre las tablas, dueño y señor, como debe ser- entre malabarismos de gracia+talento y una improvisación de fantástico “desmadre” de casi dos horas. El trovador hacía pública entre bromas y veras la necesidad de que el arte, el trabajo de los cómicos debe ser recompensado a tiempo así como más tiempo en los escenarios. Su jarabe medicinal -su crítica- con sabor a fresa, nos lo tomamos sin rechistar y sin parar de reír.


FEST 2011: una experiencia sin igual. Espero y deseo volver a asistir y a disfrutar en 2012. Para terminar, mi agradecimiento a Isabel Blanco, directora del FEST/Endanza por su gentileza para con esta web y desde aquí reconocer su esfuerzo invertido en esta genial muestra multicultural de teatro




con Juanjo Macías, ayer noche tras el su monólogo clausura del FEST.

crítica LA GEOGRAPHIE DU DANGER_cie hors série_FEST sevilla



este artículo también se puede ver en http://www.masteatro.com/

 

A pesar de contar con un amplio espacio escénico y una decena de focos sobre su cabeza, Hamid Ben Mahi prescinde de todo esto y se decanta, sabiamente, por una claustrofobia kafkiana y por una intimidad sobrecogedora para su denuncia, para su baile “clandestino“.

Como si de un animal asustado se tratase, deslizándose a modo de humo por el escenario, el bailarín nos sitúa contra las cuerdas en el delicado y frágil tema de las fronteras, y por ende, de las razas.

Nuestra ignorancia nos conduce a ser intolerantes, y nuestro rechazo empuja a seres, como el que este artista encarna, a arrinconarlos en un búnker de soledad y de desprecio. La rabia que cualquiera de estos seres es capaz de sentir, los conatos de suicidio y el hambre quedan reflejados tanto en sus movimientos como en las pausas asfixiantes donde se repliega y medita para forzarnos a que nosotros hagamos exactamente lo mismo.

El teatro ha de ser púlpito y espejo de lo que al Hombre le sigue pasando; de la mano de representaciones como ésta, estamos obligados a mirar hacia el lado menos apetecible de nuestra sociedad. Y un único hombre, aislado, Hamid Ben Mahi, con su cuerpo, con su mirada feroz y perenne a la audiencia desde el inicio de su geografía del peligro, arropado por la voz en off, literaria, poética y cruel -extractos de la novela de Hamid Skif-, elabora un tejido de danza y denuncia, de elegancia y salvajismo contenido que nos obliga, indudablemente, a detenernos y hacer balance.

A destacar, la iluminación que el mismo artista controla, y, cómo no -pues de eso se trata también-, su danza, ora tribal ora urbana, cuajada de la fierezza que nos propulsa más allá de su encerramiento.

Seamos tolerantes, ya que como apunta Hamid Skif a propósito de que nos podamos creer superiores, pone en boca de su personaje lo siguiente: “Cuidad los gusanos blancos de mi cadáver, pues se convertirán en mariposas algún día”.




10.22.2011

crítica AL MENOS DOS CARAS_projects in movement_ FEST sevilla 21 octubre

este artículo también se puede ver en http://www.masteatro.com/


En la esmerada web de esta compañía,
www.projectsinmovement.com, la sinopsis de esta representación que tuve la fortuna de ver ayer comienza igual que ésta: Un hombre camina encima de un muro y remata con a un lado el viaje exterior, a otro el espacio firme. La pregunta que nos arroja es la siguiente: Un acontecimiento tiene tantas caras como espectadores, ¿cuál es tu punto de vista?
Sharon Fridman, direccción artística y con proyectos para el Suzanne Dellal Center, nos sitúa ante su creación con el amplio margen de la interpretación más libre, y, por ello, más íntima.


Mi punto de vista, de golpe, ahí va: Angustia. Porque recibo tal vez la desazón que emanan los bailarines Bazi, Ramirez-Stabivo y el propio creador. Indivisibles en sus piruetas, Al menos dos caras me lleva a pensar en la necesidad de contar con el apoyo del Otro, que la carga debe ser compartida, y con el peso de ésta, adosado, la segunda piel: el sufrimiento. Con su escenografía desplegable e “iluminada”, los bailarines parecen atravesarla con la misma facilidad que ésta parece encerrarlos. Una mirada voyeur de un tercero en discordia, va materializándose hasta formar parte de lo que antes sólo parecía territorio de dos. Una ventana de dentro hacia fuera o viceversa. Las espaldas de los bailarines se retuercen en aras de la necesidad por el contacto de ambas; los dedos se desplazan elásticamente sobre ambos cuerpos; golpes contra el suelo contrastan con lo etéreo de momentos tales como el recorrido a pie por los tejados de los muros. Es vertiginoso, fugaz, puede que agotador, recorrer los sublimes espasmos de la coreografía en determinados instantes, de ahí que me llegue -tal y como me lo preguntan en la sinopsis- a un estado de angustia.

Con Al menos dos caras, me surgen dudas con barnices existenciales: ¿Quién mira a quíén? ¿Quién tiende la mano a quién? ¿Quién sueña a quién y con quién? ¿Quién necesita ayuda? ¿Quién nos sostiene? ¿Y a quién sostenemos? ¿Contamos con esta fuerza o nos la da realmente el Otro?
La reciprocidad y la entrega se me antojan como solución convertida en danza, en espirales de movimientos que empieza en un muro y termina, milagrosamente, en un hombre mirándonos -aquél que siempre observa, desde una ventana.