7.09.2014

¿Boca cerrada? Pues no_

Si ahora se levantara una voz, no gritona ni con aspavientos, sino con aires de generala y proyectada como un misil de nobles intenciones, y más sobre esta tierra de María Santísima, lo más probable es que le acusaran a uno de rebrincado y receloso, de pataleante y resoplante, bufante y moscón-cojonero, cuando aquí la regla más extendida y cómoda sería cuchichear sin fin entre bastidores con cerveza en mano y arreglar el mundo mientras se chascan altramuces sin pestañear, no vaya a ser que no se nos contrate o nos empaqueten con un exilio de boquilla... Sin embargo, tantas Redes y tanta Puerta del Sol, y aún nos sigue entrando el canguelo cuando se trata de airear la Cosa Nostra, es decir, sacar nuestra alfombra  Made in Híspalis, propinarle unos enérgicos escobazos, un tras-tras con ahínco, y que las pelusas revoloteen y se las lleve el viento hasta que cubran al Giraldillo trans que nos vigila... El quid estás en que aquí no somos ni tan arrojados ni tan gallardos como nuestros vecinos gaditanos, quienes espolean con cánticos y sarcasmos lo que les pica y quienes además se chulean sin cortapisas de los fanfarrones: aquí los sentamos en palcos y le damos varitas de plata y estandartes y le ofrecemos un trono de terciopelo apto para paquidermos. Aquí resultamos más británicos a la hora de demostrar que algo nos escuece: mentón alto, copa de Fino en mano, y con el sentimiento ciclópeo de que bajo nuestros pies late un imperio inigualable, ya sea farandulero -los mismos terratenientes continúan celebrando sus gestas entre ellos en sus cortijos a puerta cerrada, ya sean políticuchos de tres al cuarto -jaca bailaora, fustita y el qué bonita está Sevilla desde la Plaza Nueva con mis dos niños cantores... Pero aquí no todos nos chupamos el dedo, lo que pasa que es mejor chupárselo a falta de chupar otra cosa más efectista y efectiva y sobre todo mejor remunerada, y que nos rían las lindezas en un atril con trofeo en mano... Como dijo una aquella vez: "Perdone, ¿en qué puerta hay que llamar para chuparla?". A la de la ventanilla le dio medio flato, tal vez porque se vio a sí misma en un flash-back tipo Despacho-Oval.

A mi claro que me entusiasman los premios, y los diplomas, y los certificados, y las loas, y ese recocloteo sempiterno, y los piropos con forma de 500 "Me gusta"... y a lo mejor hasta por eso me rebrinco una mijita...  y que me baremen muy muy alto, puesto que tan alto quisiera ser yo como la luna, aunque si no se dignan a ver lo que hacemos o cómo respiramos el resto de los mortales, ardua tarea sigue y seguirá siendo. Como dijo aquél: To pa mi, to pa mi, to pa mi... y como dijo el otro: ¿De qué quieres el bocadillo, tonto? Y el tonto soltó: Po de jamón mismo...  Claro que me gusta el jamón y si hay que cantar con dos gemelos, pues se canta. ¿A ver quién mantiene tanta principio ante la Famita cuando al final actúan como los de arriba pero con más hipsterismo?

Yo fui jurado de un premio una vez... Como aquella que tenía una granja en África... Una vez estuve en la granja y flipé en tecnicolor y cinemascope ... Pensaba que aquello sólo ocurría en Hollywood o en el Levante español. Pero no. Estaba sucediendo delante de mis narices. Y ahora venga premios: este pa ti, este pa mi, este pa la otra, este pal otro y la de la moto que tampoco se vaya a marchar sin ninguno porque es una cosa mu grande lo que está haciendo por el drama aquí, en este Valle de Lágrimas del Guadalquivir... Porque tú lo vales, miarma, porque tú eres muy inmensa, lo tuyo no lo hace nadie, estás abriendo puertas a la comedia y a la zarzuela si te pones a ello...

La caseta de feria está realmente bien montada. No le falta a esta ensalada de siempre ni un perejil. Y no hay más donde rascar. Y si se levanta la voz...  En fin: que lo de en boca cerrada no entran moscas, pa mi no se ha hecho. Anda y que les ondulen con la permanén... Total: algunos no tenemos caseta, ni pa lo bueno, ni pa lo malo. Lo bueno: que no chupamos nada desagradable. Lo malo: que a veces dar vueltas por el Real y pelearse con los matones/porteros de las casetas, harta un poquito... Y tras esto, el final de Hamlet: Lo demás es silencio. Que el Gran Poder nos coja confesaos...
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